Hoy sí. Hoy he ido a ver esta peli, en blanco y negro y que dicen muda pero que no es muda, aunque la voz humana brilla por su casi total ausencia. Y es que va de eso. Del momento en que el cine se convierte en sonoro y de las consecuencias que eso trae para los actores que habían triunfado en el cine mudo, personalizadas en el protagonista de esta película.
La película, además de muy original (podría haber sido de Woody Allen, del bueno, del de antes, del de La Rosa Púrpura de El Cairo y cosas como aquella), es emotiva, tierna, dramática, cómica, muy bien fotografiada e iluminada. Magnífica interpretación de todos los actores (algunos secundarios muy conocidos) y qué más decir; que es de esas películas que te reconcilian con el séptimo arte (¡toma detalle erudito!) y que se deben de ver y recomendar sin ningún género de dudas a todo aquel que le guste el cine o que aunque no le guste, quiera estar un par de horas entretenido. O mejor dicho, ENTRETENIDO, así, con mayúsculas.
Magnífica banda sonora en versión original subtitulada.
Mención especial a uno de los actores secundarios que casi se hace protagonista por medios propios y que no es un personaje humano, pero casi. Y no digo más para no destripar toda la película.